Internacional. El grupo obtiene la mayor parte de sus ingresos del cáterin, como su rival británico Compass. Sin embargo, Sodexo prefiere no considerarse un negocio de restaurantes sino un proveedor de otros servicios, más similar a la danesa ISS. Afirma que la expansión diversificará los ingresos. Pero esto lo único que puede conseguir es dañar su valoración.
Sodexo anunció unos resultados en el tercer trimestre por debajo de las expectativas de los analistas. También sugirió que podría alcanzar, y sólo alcanzar, los objetivos de margen de beneficio para el año. No es algo reseñable, teniendo en cuenta que ya ha transcurrido la mayor parte del año (termina en septiembre). Es comprensible que las revisiones de su último menú fuesen contradictorias. Un mercado decepcionante castigó a Sodexo, haciendo caer las acciones un 5%.
Es cierto que se produjeron circunstancias atenuantes. Sodexo ha pasado por una reestructuración, lo cual conlleva cargos extraordinarios inevitables.
Si Compass sirve de referencia, cabe preguntarse por qué diversificarse del cáterin es una buena idea. La compañía gana un tercio menos con su capital que su rival británico, según los datos de S&P Capital IQ. E ISS ofrece un ROE incluso más bajo que Sodexo. El múltiplo de 14 veces las previsiones para la ratio precio-beneficios, muy por debajo de las 20 veces de Sodexo y Compass, envía un mensaje equivocado al mercado sobre cómo debería valorar las ambiciones del grupo francés.
La compañía necesitará objetivos de crecimiento más ambiciosos, y una mejor ejecución, para evitar un destino aún peor: que la valoración se desinfle hacia los niveles de ISS. Entretanto, los alcaides del mercado castigan a Sodexo por intentar huir de sus raíces.
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