El espacio para eventos es una característica clave de la mayoría de hoteles de lujo y de alta escala, y a medida que entre los viajeros de negocios se despierta el interés por las conferencias a distancia, una tecnología del espacio puede ser tan crucial como sus metros cuadrados.
por Catalin Cighi*
Los hoteles de lujo y de alta escala tienen ahora la oportunidad de capitalizar en la “telepresencia”, una tecnología que se espera goce de un mercado global de US$1.240 millones para el 2013.[1] Más que una versión mejorada de las teleconferencias, la telepresencia crea supuestamente la ilusión de que personas situadas en ciudades, países o incluso continentes separados están sentados al otro lado de la misma mesa. Esta asombrosa tecnología hace más tangible lo virtual por medio de imágenes de tamaño real capaces de entablar contacto visual. Además, la telepresencia prácticamente elimina cualquier retraso perceptible en la transmisión de audio y video, creando un ambiente de reunión no menoscabada por las pausas y congelamientos de los equipos tradicionales de teleconferencia.
Durante los últimos 18 meses, firmas tecnológicas como Hewlett-Packard, Cisco y un sinnúmero de competidores más pequeños se han concentrado en el desarrollo y comercialización de la telepresencia en todo el mundo. Los beneficios que citan sus promotores incluyen ahorros importantes en tiempo y costos de viaje. Según The Economist, Cisco logró reducir en 20% sus costos globales de viajes, así como sus tiempos de negociación para adquisiciones de unos meses a unos días implementando la telepresencia a sus operaciones internas. La reducción de los viajes en avión se traduce en menos emisiones de carbono, algo que atribuye a la telepresencia un carácter ecológico. El producto se dirige esencialmente a corporaciones internacionales y organismos de gobierno, pero atiende las necesidades de cualquier organización que dependa de una coordinación global importante para sus operaciones.
Inversión y beneficios
Los principales desafíos para la adopción de esta tecnología son la elevada inversión inicial y una cautelosa base de consumidores. En los Estados Unidos, el costo de implementación de un solo centro de telepresencia cuesta hasta $350.000 dólares y su mantenimiento mensual, cerca de $18.000 dólares. Para lograr una eficiencia importante, una organización global debería programar al menos cinco centros de telepresencia en puntos internacionales estratégicos. Los potenciales clientes cuestionan la sensatez de la inversión sustancial en una tecnología que podría no cumplir sus promesas. Aquí radica la oportunidad para una cadena hotelera internacional. Una firma de este tipo está posicionada estratégicamente para beneficiarse de la adopción de la telepresencia, porque de antemano goza de:
1. Presencia en el lugar correcto: Muchas propiedades internacionales, de alta gama, están estratégicamente ubicadas en centros políticos y financieros y a pocos pasos de las corporaciones globales y de los organismos de gobierno que constituyen la audiencia a la que apunta la telepresencia.
2. Presencia en el momento oportuno: la telepresencia tiene aún pendiente demostrar su valor y ganar fuerza en la arena corporativa; por ende, los hoteles pueden ofrecer una oportunidad de bajo costo para que potenciales clientes experimenten los beneficios del producto sin el riesgo percibido de un compromiso financiero importante.
3. Los recursos adecuados: las propiedades de alta gama ya tienen instalado el servicio al cliente permanente y el soporte técnico necesarios para ofrecer acceso continuo a su clientela; de tal modo, la comunicación entre zonas horarios distantes no es problema.
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Las ventajas de la adopción
Entre las ventajas de la adopción de la telepresencia se incluyen:
1. Prestigio y carácter a disposición de la imagen de marca del hotel: para dar fuerza a la ilusión de la presencia, el mobiliario y la decoración deben ser idénticos en la coordinación de los centros de telepresencia. Esto da a los hoteles la oportunidad de promover su imagen mediante elementos de diseño singulares entre una audiencia selecta y cautiva.
2. Demanda inducida: aunque esta tecnología se ofrece como una alternativa a los viajes a larga distancia, esperamos que los viajes regionales para las reuniones por telepresencia generen noches hoteleras y una demanda auxiliar para la propiedad anfitriona.
3. Beneficios fiscales potenciales por la adopción de una tecnología amigable al medio ambiente (así como una mejor imagen pública por operaciones “verdes”).
4. Mayores ingresos: los ingresos del alquiler de la instalación pueden ser importantes. Dada la audiencia global, la utilización potencia de un solo centro es de 24 horas al día. Dada la escala de los hoteles localizados en distritos financieros o gubernamentales, así como el mercado blanco de alta escala, el índice potencial es bastante promisorio.
Sólo nos hemos acercado al concepto de la telepresencia como fuente de ingresos para hoteles de alta gama, y una meta mayor de este artículo es presentar, por medio de este ejemplo, un cambio de paradigma inminente en la industria de alojamiento. La evolución tecnológica permitirá a los hoteles hacer realidad un potencial descuidado y convertirse en terreno de encuentro para nuevos productos y potenciales consumidores. Artículos futuros explorarán en mayor detalle este horizonte y someterán a consideración otras posibles aplicaciones.
Para leer más sobre la telepresencia:
http://www.telepresenceworld.com/
http://www.cisco.com/en/US/products/ps7060/index.html
http://www.hp.com/halo/
http://en.wikipedia.org/wiki/Telepresence
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