Por: Duván Chaverra A.
Los textiles de un hotel son como la ropa que usamos para ir a nuestro lugar de trabajo o para salir un fin de semana de fiesta. De acuerdo a cómo te vistas te calificarán quienes te rodean, pues es una forma de conocer la personalidad, cultura, costumbres y preferencias de una persona.
De esa misma manera se puede calificar a un hotel, por medio de los diferentes textiles que utiliza. Los colores, texturas, calidad y comodidad que pueden ofrecer estos productos en muebles cortinas, toallas, entre otros, le darán al huésped una primera impresión, que lo incitará a hospedarse en el lugar o lo hará sentir incómodo o decepcionado con lo que le están ofreciendo para su descanso.
Nuestro artículo en esta edición de Arte y Función en GERENCIA DE HOTELES & RESTAURANTES estará basado en las nuevas tendencias en textiles para hoteles, pero lo que pretendemos destacar con nuestros expertos invitados es la manera en la que un hotelero puede combinar la personalidad de su hotel con los textiles que usa.
Para hablar del tema invitamos a Valeriano Suárez, director general de Dues en México, quien profundizará sobre las actuales tendencias y le dará recomendaciones a los hoteleros para que las tengan en cuenta a la hora de seleccionar las telas más apropiadas para su hotel. También contaremos con el aporte de Moisés Fogel, director de ventas de Valley Forge Fabrics.
Para comenzar, Valeriano Suárez habló sobre la importancia que tienen los textiles en la imagen de un hotel: “ Los textiles en un hotel equivale a la ropa de una persona, por lo que basta recordar que la primera impresión es la más importante. Este es el efecto que dan: pueden hacer que los huéspedes se sientan gratamente impresionados o puede suceder todo lo contrario si no se cuida la calidad de los textiles, y con ello se puede perjudicar la imagen del hotel”.
No todo depende del diseñador o encargado de seleccionar los textiles para un hotel. Su imagen también está sujeta a la cara que le quiera mostrar un hotelero al cliente, desde ahí parte la idea para luego ponerla en práctica, pues ¿quién conoce mejor su hotel que su propietario? Por lo tanto, según el director general de Dues, las principales exigencias de un hotelero se basan en “lograr que los textiles le den al hotel un toque de distinción, diferenciación, calidad y de sofisticación”.
Moisés Fogel ratifica el comentario anterior: “El dueño es quien decide qué le gusta y qué no le gustaría ver en su hotel, aunque el desarrollo de la idea depende del diseñador o arquitecto”.
Textiles más recomendables
Cuando ya estamos cerrando la persiana de la primera década del siglo XXI, la tecnología en la elaboración de textiles ha mejorado y además el desarrollo de estos materiales se está enfocando en dos aspectos importantes: “Por un lado la durabilidad y por otro que ofrezcan una sensación agradable al tacto para los huéspedes”, comentó Suárez.
Otro punto sobresaliente tiene que ver con la seguridad que pueden ofrecer estos productos, sobre todo en la protección contra incendios. “En un hotel es sumamente importante utilizar, por lo menos en los textiles de posición vertical (como cortinas), tejidos inherentemente retardantes al fuego (FR). Es una cuestión de seguridad y hay que insistir en que sean inherentes, que quiere decir que la fibra con la que se elabora el hilo para producir la tela es FR, a diferencia de otros procesos en los que una vez que la tela ya está producida se somete a un baño en el que se le aplica el retardante al fuego pero que a diferencia del tejido inherente FR con las lavadas va perdiendo su propiedad. En el tema de tapicería es muy importante utilizar un tejido con una buena protección antimanchas, dado que los muebles no se pueden enviar a la lavandería”.
Por su parte, el director de ventas de Valley Forge expresó que en algunas ocasiones las telas que se usan no cumplen con las normas de seguridad, lo que podría significar un peligro para la seguridad: “Muchas de las telas no pasan las leyes antinflamables. Desafortunadamente en América Latina no existen leyes fuertes para controlar ésto, contrario a lo que sucede en Estados Unidos. Esperemos que no vaya a pasar algo trágico para que actúen y entiendan lo necesario que es instaurar normas en la región”.
De otro lado, Fogel agregó que ahora la tendencia en la compañía que representa se está inclinando hacia las telas reciclables. “Para tapizar tenemos telas reciclables, estamos inclinándonos cada vez más hacia la protección de la ecología, porque estos productos tienen la ventaja que no requieren de tanto mantenimiento”.
Colores igual personalidad
Los colores en los textiles le indican al huésped el ambiente y clase de hotel en el que está. Es por ello que los diseñadores piensan que en este sentido es importante tener muy presente el tipo de identidad de un hotel y los lugares que lo rodean cuando se van a adquirir las telas que se necesitan y que concuerden con las características del lugar.
“En hoteles ubicados en la playa se buscan colores más alegres y en hoteles de ciudad la tendencia es más conservadora. También tiene mucho que ver la personalidad del mismo; por ejemplo, los hoteles muy enfocados al descanso y que cuentan con un spa se cuida mucho que todo el concepto del proyecto ofrezca una sensación de paz, tranquilidad y relajación, por lo que optan por colores neutros como el blanco o el beige, sin embargo, en hoteles donde se trata de ofrecer al huésped un ambiente alegre y festivo se buscan otros tonos mas atrevidos como pueden ser azules, verdes e incluso rosas o rojos”, comentó director general de Dues.
Una inversión de vital importancia
El solo hecho de adquirir textiles para hoteles significa una inversión alta pero de mucha importancia, además también se debe tener muy en cuenta que estos son materiales de una duración de entre uno y tres años, dependiendo del tipo de producto.
Por ello, Moisés Fogel le recomienda a todos los hoteleros que “la inversión que se hace tiene que ser de calidad si se le quiere dar al hotel una imagen llamativa y que haga que el huésped quiera regresar”.
Valeriano Suárez comentó al respecto que “puede ser que el hotelero invierta muy poco y por tanto la calidad de los textiles no cumplan con las necesidades del hotel, provocando que en un corto tiempo se vean muy deteriorados; o puede ser que se invierta mucho, pero en productos y textiles no indicados para hotelería, lo que arrojaría el mismo resultado”.
Finalmente, el director general de Dues habló sobre la periodicidad con la que se deben modificar los textiles en un hotel, teniendo en cuenta el desgaste de los mismos y su función.
“Lo ideal es que en las áreas públicas y sobre todo en los lobbies el cambio se haga cada año. Aquí volvemos al tema de lo importante que es la primera impresión: el amor entra por los ojos y lo primero que vemos al llegar a un hotel es el lobby. En las áreas de restaurantes y en la tapicería de habitaciones está bien modificarlas cada dos años. En lo que se refiere a ropa de cama (sabanas, toallas y mantelería), idealmente se deben hacer cambios cada seis meses o un año. Lo anterior dependerá mucho del stock que mantenga el hotel, porque son los textiles los que más sufren y los que están sujetos a más lavadas. En lo referente a los elementos decorativos de las camas y de las cortinas es preferibles renovarlos cada tres años, sin embargo es muy importante estar reponiendo parcial y constantemente los productos para que éstos duren más y así el hotel siempre luzca impecable”.
RECUADRO
Fibra de eucalipto para la hospitalidad
A propósito de las nuevas tendencias en telas y textiles, Moisés Fogel, director de ventas de Valley Forge, dio a conocer la tendencia que continúa desarrollando esta compañía en pro del medio ambiente. Se trata de la línea Livng Fresh con Tencel+Plus, una fibra creada a base de eucalipto y diseñada para el sector de la hospitalidad.
Las características del eucalipto hacen que este producto ofrezca mayores comodidades al huésped y a la vez le permitirá al hotelero mejorar sus condiciones ambientales, ya que permite ahorrar energía y agua. El uso del agua que necesita el Telcel+Plus para su lavado, en comparación con otras fibras, es cien veces menor que las creaciones con algodón tradicional.
“La suavidad que se percibe del eucalipto es similar al estar acostado sobre un pedazo de mantequilla. Esto absorbe el calor o el frío del cuerpo, y lo mejor es que el huésped nunca se percatará de la absorción. Este producto puede ser reciclable, cómodo y muy práctico”, expresó Moisés al respecto.
Fogel también explicó por qué utilizaron el eucalipto como materia prima y no otros elementos naturales como el bambú: “El problema que existe si se hubiese hecho con árbol de bambú es que éste tarda mucho tiempo para volver a crecer y no tiene las características de un eucalipto que logra un crecimiento más rápido y puede regenerarse en un tiempo de cinco a ocho años”.
Valley Forge ya ha logrado comercializar el producto en cadenas hoteleras como Marriott, Sheraton, Intercontinental, entre otras.
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