Por: María Cecilia Hernández
Es un apasionado del golf, de la fiesta brava y de la hotelería. Llegó a este oficio por casualidad y de inmediato tomó la decisión de quedarse en él para toda la vida. Hace cerca de 30 años está inmerso en el universo de la hospitalidad y asegura que no existe una labor distinta en la que pueda verse tan feliz como en ésta.
Por su impecable carrera en la industria de la hotelería y su pasión por servir a los demás, GERENCIA DE HOTELES tiene como invitado en la sección del Profesional del mes a Eduardo Cuevas, director general de NH México, quien ha tenido un amplio recorrido en establecimientos hoteleros de su país y se confiesa como un experto en conformar equipos de trabajo exitosos.
Cuevas es egresado de la Escuela Bancaria y Comercial de la Ciudad de México como Licenciado en Contaduría Publica. Posteriormente realizó un máster en Alta dirección de empresas, en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas y, poco después, un diploma en Administración Hotelera, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
Un gerente siempre debe pensar en…
Con base en su experiencia académica y en los conocimientos adquiridos durante sus diversos estudios, nuestro invitado es consciente de la importancia vital que tiene para esta labor la educación y la constante capacitación.
“Definitivamente el tema de la educación ocupa el primer lugar en nuestros planes, ya que ésta nos permite tener los mejores equipos de trabajo, comprometidos con prestarles un excelente servicio a los clientes. Un personal capacitado es capaz de aprovechar el avance tecnológico que se tiene hoy en día, y de este modo, la empresa avanza de manera más rápida y efectiva”, explica Eduardo Cuevas.
Para el licenciado, además de la actualización permanente de conocimientos, existen tres objetivos concretos que deben estar activos constantemente en los planes de un gerente hotelero: “Mantener y crear clientes satisfechos día a día; lograr un clima laboral sano que permita la conformación de excelentes equipos de trabajo y el crecimiento profesional de los miembros del mismo; y hacer que el hotel, su negocio, sea altamente rentable para los socios o los accionistas”.
De la hotelería y otras adicciones
Eduardo Cuevas se declara adicto a la hotelería. Recuerda que cuando todavía era inexperto en este oficio, su primer gerente en un hotel lo retó a apasionarse diciéndole que “la hotelería era una droga y que si de inicio no me gustaba saldría corriendo de ésta, pero que si lo veía con pasión, compromiso y muchas ganas de aprender, me haría adicto a ella. Afortunadamente, en la actualidad soy un adicto a la hotelería”.
El profesional agrega que decidió quedarse en esta carrera por dos asuntos básicos: “El primero es que te da la oportunidad de conocer gente nueva todos los días y el otro aspecto es la pasión de servir y de ayudar a las personas, de hacerles sentir bien dentro de nuestros hoteles. Por eso hoy en día no me ubico en otra industria que no sea esta”.
Este oficio no es lo único que ha atrapado de manera inevitable y para siempre al profesional. “Unos de mis hobbies es el golf, se ha convertido en un ritual de relajación esencial en mi vida; lo veo como un reto personal, pues cada vez que juego trato de lograr mejores resultados, lo cual lo hace cada vez más atractivo. Otra pasión que desde pequeño me inculcó mi padre es la fiesta brava; para mí es todo un arte y lo disfruto al máximo. De hecho, desde hace algún tiempo cuento con dos lugares reservados en la Plaza México y trato de no perderme las corridas más significativas que allí se dan”.
La música es uno de sus pasatiempos rezagados, le encanta cantar, tanto que en su juventud tuvo un grupo musical. Otra de sus entretenciones es ver jugar a su equipo de futbol preferido: las Chivas de Guadalajara.
La familia es la base
Es un hombre con unas tradiciones familiares muy bien sentadas y expresa un profundo amor por sus seres queridos. “Nací en una familia muy tradicional. El recuerdo que tengo de mis padres es maravilloso, ya que siempre se preocuparon por darnos a mí y a mis tres hermanas, Paty, Gaby y Mary, lo mejor dentro de sus posibilidades. El más grande legado que nos dejaron es la educación y los valores que aún conservamos como filosofía de vida”.
Esa misma herencia es la que todos los días le entrega Eduardo a la familia que ha conformado junto a Malú, su esposa; con ella tiene una hija de 13 años, María Fernanda. “Mi familia representa lo más valioso de mi vida. Busco ser un ejemplo para mi hija, lograr trascender en su vida como un excelente papá y darles todo lo mejor posible, a ella y a mi esposa”.
¿Cómo ve el futuro?
En su recorrido por la industria hotelera de México, ha logrado analizar el mercado con profundo detalle, y asegura que nunca antes este sector se había sentido tan amenazado como ahora por causa de la incertidumbre que genera la estabilidad de la dinámica económica mundial. Sin embargo, apunta que en sus 26 años de experiencia en la profesión ha visto un crecimiento acelerado de la industria.
“El desarrollo acelerado se evidencia en muchos factores: el número de hoteles, la innovación y la implementación de tecnología fincada en las necesidades cambiantes que, tanto mercado como clientes, provocan dentro del consenso de un mundo global al que hemos llegado. Esto obliga a cualquier cadena hotelera de alto nivel a ofrecer soluciones integrales que lleven a la industria a tener satisfechos en todos los sentidos a los principales actores de la misma: clientes, colaboradores y socios o inversionistas”, explica Cuevas.
El licenciado además considera que las posibilidades de expansión que tiene la hotelería en América Latina son muchas y seguirán creciendo, aunque no con la rapidez que requiere el mercado.
“La amenaza principal se centra en los temas de la economía mundial, pero por fortuna contamos con una fortaleza y es precisamente la innovación de los productos y los servicios hoteleros. Hoy, más que nunca, no estar dentro del mundo de la tecnología representa una clara desventaja en cualquier ámbito, y en la hotelería se ha convertido en una ventaja competitiva de primer orden”.
Además de contar con una impecable y nutrida hoja de vida, sus retos personales y profesionales no terminan, al contrario, todos los días encuentra más y más metas qué alcanzar.
“Quiero seguir siendo un profesional exitoso dentro de la industria y ser un ejemplo para mi familia. No me gustaría ser intrascendente en la vida de las personas que quiero y pasar desapercibido; por eso quiero consolidar una tranquilidad económica y moral que me permita a mí y a mi familia tener una vida llena de satisfacciones. Entre mis planes la hotelería siempre está presente, es la carrera que me apasiona”, concluye el invitado.
Recuadro
Un gerente con recorrido
En 1984 Eduardo Cuevas fue Auditor Corporativo en el Grupo Posadas, allí se enfocó en los departamentos Financieros y Evaluación del Funcionamiento de las Áreas Operativas de los Hoteles. Posteriormente, ocupó puestos dentro de la cadena como gerente administrativo y sub gerente ejecutivo, hasta llegar al entrenamiento gerencial, donde conoció a profundidad todas las áreas operativas.
“Después de este entrenamiento tuve la oportunidad de dirigir varios hoteles de la cadena en diferentes ciudades del país como Mexicali, Monterrey, México, Mérida y Puebla”, explica Cuevas.
En 1998 ingresó a NH Hoteles, donde trabaja en la actualidad, y asegura sentirse “muy orgulloso de pertenecer a tan importante cadena”. Desde ese año ha tenido la oportunidad de estar al frente de varios hoteles como Hilton Garden Inn Monterrey, NH Krystal Ixtapa y NH México City.
“En noviembre de 2007 fui nombrado como director de operaciones de hoteles de ciudad. Allí tuve la oportunidad de coordinar la operación en conjunto con los gerentes generales de los 14 hoteles urbanos que hasta el momento la empresa tenía. Y en marzo de este año (2010) fui nombrado como director general de NH México, un puesto que conlleva grandes responsabilidades y obligaciones pero se ve reflejado con los resultados que da la unidad de negocio a la que represento”, expresa el profesional.
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