Latinoamérica. En los centros de aglomeración de personas en LATAM a simple vista hay medidas preventivas contra el fuego, pero para los expertos faltan controles y conciencia para que no lo hagan solo por obtener autorizaciones, sino por una cultura de seguridad.
A raíz del último incendio registrado en el Shopping Fidalga (Rusia), el quinto en 12 años en esta cadena de supermercados, un recorrido por escenarios donde hay aglomeración de cientos de personas como supermercados, salas de cine, centros comerciales, teatros e iglesias, permite observar que, en distintos grados, cuentan con extintores, hidrantes, detectores de humo, alarmas y salidas de emergencia como medidas de seguridad contra incendios.
Incluso los administradores de algunos de estos locales aseveran que cumplen con todas las normas y que realizan capacitación a su personal con todas las normativas que deben ser controladas por las autoridades.
Sin embargo, si bien lo que se aprecia a simple vista puede dar la sensación de ‘prevención’ y cumplimiento de las normas, para los expertos no es así, pues consideran que se hace con lo básico para tener permisos, poder construir y funcionar.
Lo anterior indica que no solo debe cumplir sino que se debe ir más allá pues en materia de incendios lo que está en juego es la vida de personas.
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