Son pocas las empresas de la región que tienen establecido un modelo de Facility Management para la gestión de sus instalaciones; esta disciplina que ya tiene un recorrido amplio en Estados Unidos y países de Europa como Alemania, Holanda y Reino Unido, apenas está dando sus primeros pasos en América Latina.
Por Alejandra García Vélez
Aunque a nivel global el Facility Management (FM) inició a finales de los años 70, no fue sino hasta principios de este milenio que se empezó a hablar del tema en América Latina y aún el proceso de posicionamiento e implementación en la región de los modelos promovidos por esta disciplina es muy incipiente.
Un poco de historia
Javier García Montesinos, explica en un reciente artículo sobre la historia del FM en la revista española Facility Management & Services, que los orígenes del FM como disciplina se remontan al año 1979 cuando, impulsados por una gran crisis económica, los responsables de los inmuebles se vieron obligados a centrar sus esfuerzos en optimizar los costes de explotación de los mismos.
Particularmente, un fabricante de mobiliario llamado Herman Miller empezó a crear nuevas soluciones para la planificación de espacios y a impulsarlos entre un grupo de gestores de edificaciones. Después de una reunión inicial para compartir estos conceptos se estableció en Michigan un grupo de difusión de la naciente disciplina llamado el FMI o Instituto de Facility Management.
“El FMI era una rama de la empresa Herman Miller, cuyo objetivo era hacer avanzar a esta disciplina como una ciencia y actividad profesional. El FMI sentó las bases para el reconocimiento que debe tener nuestra disciplina en la gestión empresarial”, explica García en su artículo.
Posteriormente, en 1980, nace la Asociación Nacional de Facility Management (NFMA) para desvincularse de la institución relacionada con la empresa de mobiliario y poder desarrollar sus actividades de forma independiente.
A partir de ahí, inició el desarrollo del Facility Management en Estados Unidos y poco a poco se fue expandiendo a otros países del mundo. Su crecimiento ha sido tal que en un reciente estudio realizado por la firma internacional MarketsandMarkets, se estableció que para el año 2019 el sector de Facility Management tendrá un valor de US$43 mil millones.
En el caso puntual de América Latina, la revista argentina Facility Magazine & Workplaces señala el año 2000 como el momento en que empezó a hablarse del tema en la región. En 1999 se creó un capítulo local de IFMA (International Facility Management Association), que tuvo una duración efímera, pero que dio paso posteriormente a la creación de la Sociedad Latinoamericana de Facility Management (SLFM) en 2002.
Poco más de una década más tarde se empiezan a ver iniciativas similares en otros países de la región, como Colombia y Perú, que evidencian un mayor reconocimiento de la función que tiene el FM como actividad estratégica dentro de las organizaciones.
Puntos de vista
Pero para conocer en detalle cómo está evolucionado el sector del FM en América Latina, nadie mejor que las personas que están directamente involucrados con su desarrollo. Por eso, tenemos como invitados para esta edición a David Martínez, director global de la empresa de consultoría FM-House, además de ejercer como vicepresidente y director de formación de IFMA España. También nos acompaña José Luis Sánchez, director regional para América Latina en 3g office.
Con estos dos profesionales, hablamos en primer lugar sobre la situación actual del sector de Facility Management en América Latina en cuanto a profesionalización y reconocimiento de esta labor.
Para Sánchez, el Facility Management es una disciplina que hace unos 10 años no era conocida ni estaba en la agenda de las empresas. Hoy en día no solamente se sabe que existe, sino que además los clientes – principalmente empresas multinacionales – demandan servicios más sofisticados y esto obliga a las empresas de servicios a sofisticar, a su vez, el nivel de sus prestaciones.
“La realidad ha cambiado dramáticamente. Del casi desconocimiento de la disciplina a ser considerada una profesión de mucha importancia, aunque a día de hoy aún nos encontramos unos años por detrás de los países desarrollados”.
Por su parte, Martínez señaló que en primer lugar se debe determinar cuáles son los indicadores que pueden llevarnos a concluir que el FM en América Latina está bien o está mal. Esos indicadores pueden ser, por ejemplo, el número de asociaciones dedicadas al tema, las cuales son muy pocas y aún incipientes, cuántas empresas están implementando modelos de FM y cuantos profesionales dedicados a la gestión de inmuebles se consideran Facility Managers.
Para ambos casos la respuesta es que aún son pocas, tanto las empresas como los profesionales, que reconocen e implementan estrategias de FM. Sin embargo, Martínez apuntó que esa misma situación se vive en España, dónde él esta basado. “Simplemente el FM en la región está en un momento de evolución hacia reconocer que se necesita profesionalizar la forma en que se gestionan los activos”, indicó.
También recalcó que el Facility Management existe porque toda organización tiene y necesita a alguien que gestione sus inmuebles, algunos lo hacen de una manera más sistematizada y cercana a los modelos de FM mientras que otras no, pero todas deben contar con un profesional en esa área.
“Lo anterior implica que hay una transición porque las empresas se dan cuenta que deben profesionalizar como gestionan sus inmuebles. El FM es un desconocido en cuanto al nombre pero todos son conscientes de que deben mejorar y se encuentran con el FM cuando buscan esa profesionalización”, puntualizó.
Profesionalización
Como explicamos en los primeros párrafos de este artículo, el Facility Management llegó a América Latina casi 20 años después de que se hubiera establecido en Estados Unidos. Por eso, es natural que nuestro proceso este en un momento diferente al de otros países que llevan más años trabajando el tema.
En relación con otras regiones, lo que qué le hace falta a la industria de Facility Management en América Latina para consolidarse más es profesionalizarse. Así lo afirman nuestros dos entrevistados.
“Básicamente nos hace falta desarrollo profesional, tanto del lado del cliente como del proveedor. Esto se consigue, principalmente, con formación y entrenamiento; crear centros de excelencia en formación mediante entidades educativas y asociaciones especializadas. De esta manera ayudamos a profesionalizar el sector, creamos proveedores y clientes mas sofisticados, lo que al final repercute en que los usuarios tienen mejores servicios y comodidad”, señaló Sánchez.
Adicional a lo anterior, Martínez considera que un factor fundamental para el desarrollo del sector es la actitud puntual de las personas que lo conforman. Con esto se refiere a la forma en que los diferentes profesionales trabajan en su día a día.
Para Martínez, el FM está basado en establecer procesos e implementarlos, por lo que con una actitud flexible es muy difícil que éste mejore. Por eso, en su opinión, la principal diferencia entre el FM de Europa o Estados Unidos con el de América Latina es que los primeros son mucho más estrictos al definir lo qué se quiere, cómo se va a implementar y cómo se va a medir.
“En Estados Unidos o en Holanda si algo no está en el contrato de servicios no te lo hacen, y si algo está en el contrato te lo hacen así no haga falta. Mientras que nosotros en la cultura latina vamos añadiendo y quitando cosas sobre el paso”, explicó Martínez.
Y agregó que “lo que está pasando en España es que con la crisis las empresas necesitan reducir costos, tienen que profesionalizar, tienen que hacerlo mejor y están viendo que hay una disciplina que se encarga de esto. Por lo que el grado de madurez del mercado se está dando por la iniciativa que toman las personas por capacitarse”.
Adicional a lo anterior, Martínez menciona que una problemática que se presenta actualmente es que existen conflictos entre el sector de FM y sectores como el de la administración de propiedad raíz que no entienden que el FM engloba aspectos estratégicos para la organización.
“Existen nichos que hacen parte del universo global del Facility Management que no quieren perder el nivel de poder que tienen como ramas individuales; entonces, el FM tiene que posicionarse y ganarse ese reconocimiento dentro de las empresas, el sector y el mercado en general”, puntualizó el director de FM-House.
Países que destacan
Aunque la perspectiva general en el continente es positiva, especialmente con miras al desarrollo presente y futuro, no se puede negar que algunos países de la región cuentan con procesos más avanzados que otros.
Sánchez, menciona a México, Brasil y Argentina como los líderes en la región principalmente por tener los mercados más grandes y con mayor desarrollo. En el caso de Brasil y Argentina existen asociaciones profesionales desde hace varios años que organizan eventos, realizan cursos y tienen revistas y algunas publicaciones con el propósito de hacer mayor difusión del conocimiento de la industria.
Por su parte, Martínez considera que Panamá, Colombia y Brasil están a la cabeza más que nada por la cantidad de edificaciones, propiedades y compañías que requieren servicios de Facility. En el caso de Brasil, puntualmente, la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos generaron un boom de construcciones que van a requerir profesionales para su gestión.
Para ahondar un poco más en el caso de Colombia, tuvimos la oportunidad de hablar con Elver Peñuela, Coordinador de gestión de instalaciones no industriales de Ecopetrol, quien manifestó que desde su perspectiva en Colombia la evolución del FM ha sido muy poca.
“Básicamente hasta hace tal vez unos dos años se viene utilizando el término y asociándolo a las actividades relacionadas con la gestión del mantenimiento, operación de edificios y con los servicios generales asociados”, señaló.
No obstante, resaltó que, en su opinión, poco a poco esta profesión comenzará a ser más reconocida por la administración y se dará más importancia a la labor del Facility Manager. “Depende de los propios Facility Managers que esto sea así y para ello es necesario que la academia en Colombia, al igual que ha sucedido en Europa, USA y algunos países de América Latina, se involucre en el desarrollo de esta disciplina”, afirmó Peñuela.
El futuro
Finalmente, le planteamos a José Luis Sánchez tres preguntas sobre la evolución a mediano y largo plazo que se puede esperar para el sector de Facility Management en América Latina. En primer lugar, indagamos sobre cuáles son los factores que inciden en el aumento de la implementación de programas de Facility Management en las grandes y pequeñas empresas de la región.
Para nuestro entrevistado, el costo es la principal motivación. La gestión de instalaciones representa el segundo gasto más importante de las empresas, después de los salarios del personal, con lo cual los ahorros que se pueden conseguir implementando una estrategia de Facility Management pueden ser de un enorme impacto en los resultados de las empresas.
Por otro lado, “la naturaleza del trabajo ha cambiado enormemente y las oficinas (en su diseño y servicios asociados) se han convertido en una importante herramienta de negocio que tiene una gran influencia en la productividad y el bienestar de las personas”, resaltó Sánchez.
Gracias a esos cambios, aportó el invitado, cada vez se encuentran demandas más sofisticadas por parte de los clientes y de sus equipos internos de Real Estate y de Facility Management, debido a que las empresas con grandes volúmenes de patrimonio han entendido rápidamente que la optimización en el uso y principalmente en el gasto de estos activos puede generar ahorros muy importantes que afectan directamente el resultado del negocio.
Finalmente, Sánchez enfatizó que seguramente se podrá ver un crecimiento y consolidación de esta disciplina en la región a una velocidad muy alta.
“El desarrollo de la disciplina del FM en los países del primer mundo ha tenido una evolución de aproximadamente 25 años. Sabemos que la velocidad del cambio aumenta de forma exponencial, así que es de esperar que el desarrollo sea muy rápido y seamos testigos de como las grandes empresas (tanto clientes como proveedores) empujan la profesionalización del mercado en un periodo de tiempo mucho menor”.
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