Cuántas personas despiertan en la mañana y luego de tomarse un café o un vaso con agua desean ir al gimnasio del hotel a practicar su rutina diaria de ejercicios al compás de una buena mezcla de sonidos electrónicos. O qué valioso es contar con un salón de negocios equipado con fotocopiadora y sala de Internet para cumplir con una buena cita ante un cliente importante; incluso algunos alojamientos brindan servicio de niñera, lavandería, periódico matutino, masajes, entre otros.
Al punto que quiero llegar es que muchos hoteles aún no cuentan con ninguno de estos servicios que día a día son más claves para conservar la estadía de un visitante, y esto obliga al huésped a salir del hotel y a buscar otras alternativas, algo que no debería suceder teniendo en cuenta que se está pagando por un lugar cómodo y seguro como lo es este tipo de establecimiento.
Quiero pensar que ya son pocos los hoteles importantes que aún no han mejorado sus servicios complementarios, ya que estos se convierten en otra razón por la cual la competencia puede sacar ventaja.
Si usted lee esta columna y considera que sus servicios agregados ya están en funcionamiento piense detenidamente qué puede faltar para hacer más placentera la estadía de sus huéspedes; pero si incluir servicios adicionales ni siquiera ha pasado por su mente es hora de actualizarse y entrar en la nueva era hotelera.
Deje su comentario