Por: Santiago Jaramillo H.
En la última edición de la revista ACR Latinoamérica (www.acrlatinoamerica.com), publicación especializada en el sector de la refrigeración y el aire acondicionado en la región, Alfredo Sotolongo, presidente de Protec, Inc., expone que las cadenas hoteleras se han preocupado en los últimos meses en diseñar nuevos hoteles y/o a remodelar las construcciones ya existentes, pero lo más interesante y esperanzador del asunto es que están tomando muy en serio el consumo de energía, que en buena medida está representado en la utilización de los sistemas de aire acondicionado.
“Casi el 80% de la energía que consume un hotel se distribuye entre el acondicionamiento del aire interior, agua caliente, iluminación y ventilación. El porcentaje que corresponde a cada uno de estos factores depende en gran medida de las condiciones climáticas del lugar donde se encuentra el hotel. Siendo todos estos consumos controlables hasta cierto punto con excepción de la refrigeración, porque es vital para la conservación de los alimentos y muchos dueños de hoteles prefieren no incluirla”, expone Sotolongo.
Definitivamente un sistema de aire acondicionado bien proyectado y ejecutado, debe ser proclive al ahorro de energía, contar con equipos eficientes, usar fuentes de energía alternativas y tener una correcta operación, mediante temperaturas, velocidad de distribución de fluidos, tiempos de utilización y sistemas de control óptimos. Por otra parte, la aplicación de un adecuado aislamiento térmico y la mejora en la hermeticidad de los edificios es fundamental, dado que ello implica equipos más pequeños con menor consumo energético durante toda la vida útil.
Los proyectos deben realizarse en función de la característica de la instalación y estructurados de manera coherente, haciendo un balance energético en el que se incluya un análisis económico para definir la solución más conveniente. Deben fraccionarse la capacidad de los equipamientos a fin de adaptar la producción de aire acondicionado a la demanda de calor del sistema en la magnitud y momento que se produce, con el fin de conseguir el régimen de potencia más cercano al de máximo rendimiento.
Entre tanto, otra iniciativa que aplaude el presidente de Protec, Inc. es que "muchos propietarios de hoteles y sus ingenieros consultores han decidido usar volumen variable en la planta central de aire acondicionado que incluye los enfriadores, bombas primarias de agua fría, de condensación y ventiladores de las torres de enfriamiento. De esta manera, operan la planta completa basado en el consumo de Kw.-hora por tonelada de refrigeración y mantienen el consumo mínimo deseado a base de modular todos los componentes de dicha planta a través de variadores de frecuencia usando el algoritmo del sistema Hartman Loop de la empresa Armstrong. Esto ha demostrado que cuando se modulan todos los componentes de la planta al unísono, se pueden lograr consumos de hasta 0.30 Kw.-hora por tonelada a cargas parciales”, recalca.
Además, el columnista subraya que al añadir el sistema inteligente de control del edificio (BMS), recuperación de energía del aire de extracción y el mantenimiento preventivo recomendado por los fabricantes, se recupera la inversión adicional en aproximadamente dos años. Una vez recuperada la inversión adicional, el ahorro anual es mucho mayor que los intereses que pagarían los bancos hoy en día sobre esa inversión adicional.
Tendencias y diseños
Miguel Ángel Hernández, de la compañía Johnson Controls, por su parte, expone que existen tendencias muy claras que el consumidor está buscando en los productos de aire acondicionado y las mismas están enfocadas en puntos esenciales, eficiencia energética e integración.
*Eficiencia Energética: Por mucho es la mayor preocupación del consumidor a nivel global, dadas las condiciones de crecimiento en los costos de energía.
*Integración: El consumidor ahora busca tener una red que permita la manipulación de los diferentes sistemas del edificio, seguridad, aire acondicionado, música ambiental, enlace entre los diferentes electrodomésticos. Esto para lograr la implementación de estrategias de control y ahorro de energía más efectiva.
En cuanto al desarrollo de nuevos productos, el representante de esta compañía asegura que “la misión de la empresa gira alrededor de proveer espacios más seguros, cómodos y sustentables a los usuarios. De allí que prioricemos la introducción al mercado de productos cada vez más eficientes que consuman menos recursos valiosos de nuestro planeta, no solo durante su proceso de manufactura sino también durante su vida útil. Asimismo la integración y comunicación con otros sistemas del edificio que realmente mejoren la experiencia del usuario en el uso de los productos, en estos aspectos siempre se existe un énfasis en la seguridad del producto hacia el consumidor y de nuestros empleados e intermediarios durante la manufactura y el manejo del mismo”.
Entre tanto, existen numerosas tecnologías y medios de aplicación para disminuir el consumo energético, por lo que se deben analizar las características particularidades de cada caso, de modo de aplicar conceptos de diseño en la selección de los sistemas, que permitan obtener menores gastos en la fase de explotación y mantenimiento, atendiendo siempre a los siguientes parámetros básicos:
* Disminución de las necesidades de energía
* Utilización de energías gratuitas
* Incremento de la eficiencia energética
* Correcta regulación del sistema
Un llamado de atención
Por otra parte, Alfredo Sotolongo señala que “desafortunadamente algunas cadenas hoteleras no han prestado mucha atención al control de las habitaciones de los huéspedes. Un porcentaje muy alto del desperdicio de energía por al acondicionamiento del aire y la iluminación son las habitaciones de los huéspedes, ya que algunos salen de la habitación y dejan todas las luces encendidas y el termostato a temperaturas fuera del rango de confort haciendo trabajar el sistema de climatización más tiempo del necesario”.
El principal argumento que expone Sotolongo para ésto es que las cadenas hoteleras no quieren afectar el confort del huésped. Sin embargo, hay sistemas, que sin afectar el confort del huésped, ayudan a evitar el desperdicio de energía en las habitaciones.
Otro argumento que expone el presidente de Protec, Inc., es que al momento de remodelaciones, el tema del alambrado de los componentes para leer temperatura y detectar movimiento en las habitaciones puede acarrear perdidas, pues durante la instalación, no se posibilita el uso de la habitación afectando la rentabilidad del hotel. Para esto, según manifiesta Sotolongo, existen algunas empresas que han desarrollado sistemas de comunicación sin alambre especialmente diseñados para aplicación en remodelaciones con resultados excelentes minimizando el tiempo en que la habitación no está disponible y con retornos en la inversión de dos a tres años máximo.
Asimismo, asevera que con el aumento desenfrenado y constante del costo de la energía y los nuevos sistemas que se están desarrollando, muy pronto el tiempo del retorno en la inversión adicional para implementar dichos sistemas se reducirá considerablemente.
Por tal razón, Sotolonga recomienda a los ingenieros que diseñan sistemas de aire acondicionado para hoteles que no dejen de analizar la posibilidad de utilizar controles para evitar el desperdicio de energía en las habitaciones, pues de esta manera podrán justificar la inversión adicional al propietario.
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