Más oportunidades en Argentina, no sólo para grandes hoteles
Muchos piensan que la oportunidad de inversión en el sector hotelero es sólo para aquellas personas que tienen una disponibilidad de capital muy grande. Es cierto que en el caso de querer tener un negocio del tipo de los hoteles convencionales la necesidad de capital es una barrera de entrada importante, lo que hace que este tipo de negocio sea para muy pocos.
Sin embargo, existen algunos segmentos o nichos de mercado que pueden ser llamados de hotelería no tradicional, o al menos no de la forma en la que muchos consideran que es un hotel, para los que la cantidad de dinero que se necesita no es tan grande. Al dar una mirada a algunos de estos nichos yendo de menor a mayor en cuanto al monto de inversión ubicándonos en la ciudad de Buenos Aires, vemos que las posibilidades son crecientes y no son pocas.
Un público joven que demanda
En primer lugar encontramos una creciente oferta de departamentos amoblados destinados al turista. Para ingresar en este sector se debe disponer de un departamento de entre 1 y 3 ambientes (en algunos casos se puede pensar en unidades de mayor tamaño). Estos inmuebles deben estar equipados confortablemente, es decir que deben tener TV, reproductor de DVD, cafetera, tostadora, microondas, juguera o exprimidor eléctrico, conexión a internet y línea telefónica. Se debe brindar, incluido en la tarifa, un servicio de mucama y recambio de blancos (sábanas y toallas) por lo menos una vez a la semana. Generalmente el público que consume este tipo de producto permanece entre una semana y 1 mes, siendo las tarifas inferiores a las de la hotelería tradicional. La oferta de estos productos se realiza generalmente por medio de internet y la cobranza es en efectivo al momento de ingresar a la propiedad a lo que se debe sumar un depósito en garantía por eventuales roturas y / o faltantes.
Otro segmento atractivo es el de los hostales. Este tipo de negocio ofrece habitaciones y baños compartidos, un lugar para calentarse la comida o cocinar algo muy sencillo, computadoras con acceso a internet, máquinas de lavar con fichas y una sala común. El público está conformado por gente joven, en muchos casos mochileros (los llamados backpackers) que quieren conocer destinos turísticos sin gastar mucho en alojamiento y comidas. Estos emprendimientos, que han crecido mucho en este último tiempo, se ubican en propiedades antiguas con muchas habitaciones, las que se equipan con camas marineras de manera tal que puedan alojar hasta 8 personas.
La tarifa se cobra por dormi (cama) y por lo general no incluye servicios adicionales. La inversión necesaria para este tipo de emprendimiento no es muy grande ya que en muchos casos las propiedades en las que se realiza esta actividad son alquiladas y el costo del equipamiento es muy bajo dado que lo que se busca es la durabilidad y no el diseño. Dado el perfil del público que consume este tipo de producto (gente muy joven) el canal de venta más importante es internet, seguido muy de cerca por el “boca a boca”.
Servicios básicos para todos
Ya pensando en una inversión de mayor importancia nos encontramos con los hoteles llamados Bed & Breakfast. Este tipo de hotelería nació sobre el fin de la Segunda Guerra Mundial. Los soldados norteamericanos que volvían de los frentes de combate eran acantonados en las ciudades costeras donde iban a ser embarcados para retornar a su país. Esto trajo aparejado un gran déficit de espacio para alojar a los mismos, por lo que desde el Gobierno se pidió a la población que brindaran a estos soldados un lugar para dormir (una cama) y un desayuno a un precio razonable. De ahí nació la denominación Bed & Breakfast, la que comenzó a difundirse por muchas partes del mundo. En nuestro país era totalmente desconocida hasta hace algunos años.
Si bien en el mundo estos establecimientos brindan sólo cama y desayuno, sin más servicios adicionales, en nuestro país existe una gran variedad en la oferta. La primera división que encontramos es en la estrategia que muchos han adoptado y que tiene un claro enfoque en la diferenciación, mientras que otros hacen eje en los costos.
El enfoque de diferenciación apunta a un segmento de mayor poder adquisitivo que quiere salir de los lineamientos tradicionales de la hotelería y compenetrarse más de la cultura local, lo que lleva a que la oferta sea de cierta sofisticación. También se encuentran unidades de negocios temáticas, siendo uno de las armas más utilizadas el del tango. Hoy este icono de nuestra cultura es uno de los más demandado por los turistas. Es por ello que los propietarios ofrecen no sólo los servicios propios de un hotel sino que han agregado negocios adicionales tales como clases de tango, venta de souvenir relacionados con el tango, excursiones temáticas, venta de zapatos y vestimenta para tango y otros.
El otro enfoque, el de costos, apunta a brindar un servicio más básico y en consecuencia la tarifa es menor. Busca aquel público que quiere alojarse en un establecimiento en el que se perciba la cultura local pero sin que esto lo segmente o acote dentro de una determinada temática y al mismo tiempo pagar un precio inferior.
Mayor lujo y sofisticación
Cuando se tiene una mayor disponibilidad económica podemos pensar en los hoteles boutique. Esta denominación ha sido tomada erróneamente por algunos de los B&B. Utilizan la palabra boutique junto con su nombre de fantasía para significar una cierta diferenciación. Los hoteles boutique son unidades de negocio de no más de 60 o 70 habitaciones en promedio, caracterizados por tener mucho lujo y un cuidado nivel de servicio. En alguna medida compiten con los hoteles de 5 estrellas aunque no tienen todos los servicios complementarios que estos ofrecen como por ejemplo piscina, dada su dimensión más reducida.
Este tipo de hotelería es bien recibida por aquellas personas que buscan un nivel de atención excelente, muy personalizada, sin tener que alojarse en hoteles de gran tamaño y por lo tanto muy impersonales. Las tarifas de estas unidades de negocios están, muchas veces, al nivel de los hoteles 5 estrellas pero recordemos que el tipo de servicio que brindan implica una gran cantidad de personal y al mismo tiempo no se logran ingresos de otros puntos de venta mas allá del venta de alojamiento.
Hoy podemos afirmar, entonces, que la hotelería es una actividad muy atractiva. La alta tasa de rentabilidad y los distintos formatos de negocio permiten que muchos inversores se vuelquen a este negocio. Pero no debe olvidarse que es un negocio complejo de 24 horas por día los 365 días del año en el que el cliente duerme en casa y demanda muchos otros servicios aparte del de alojamiento. El turismo ha llegado a la Argentina y con él la posibilidad de desarrollar nuevas oportunidades de negocios.
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