Sentarse en el lobby con Vincent Van Gogh, caminar por los pasillos al lado de Diego Velázquez, compartir la habitación con Andy Warhol, disfrutar de un plato con Henri Matisse o simplemente ir al salón de conferencias con Joan Miró, es ahora mucho más fácil de lo que podría parecer hace algunos años.
por Natalia Ospina Vélez
Sentarse en el lobby con Vincent Van Gogh, caminar por los pasillos al lado de Diego Velázquez, compartir la habitación con Andy Warhol, disfrutar de un plato con Henri Matisse o simplemente ir al salón de conferencias con Joan Miró, es ahora mucho más fácil de lo que podría parecer hace algunos años. No se trata de una máquina del tiempo ni de un método para regresar al pasado, es tan sólo una forma de combinar la tecnología con el legado de artistas que han hecho historia. Es, además, una posibilidad de representar de la mejor manera posible las tendencias artísticas más contemporáneas y vanguardistas.
“Actualmente, giclée es el término usado para describir una reproducción de arte efectuada en una impresora digital de alta calidad, en tela textil (canvas) o en papel artístico de diferentes texturas”, dijo Reyna Castaño, directora artística de Arténesis, empresa mexicana dedicada a la creación, representación de obras originales, litografía, enmarcado y promotora de la novedosa técnica del giclée.
Arte y tecnología
Con los avances tecnológicos desarrollados en las últimas décadas, ha surgido también una nueva forma de hacer arte: el giclée. Esta palabra de origen francés proviene del verbo gicler, que significa rociar o pulverizar y hace referencia al rociado fino de tinta de la impresora. Para lograr este tipo de reproducciones digitales se requiere de un proceso de bastante elaborado que comienza con la captura de una imagen de alta resolución. Posteriormente, es necesario trabajar sobre un archivo para capturar a fondo todos los detalles de la obra original, entre ellos la textura, la profundidad y el color.
“El paso más crítico para la calidad de un giclée es cuando se captura por primera vez la imagen de la obra original. Por eso, en Arténesis capturamos las obras originales con el cruse scanner, un equipo completamente digital, usado también por El Vaticano y El Smithsonian para el proceso de conservación de las imágenes de sus colecciones”, comentó Castaño. Con este equipo que logra digitalizar con alta calidad y obtener una imagen real con idéntica legibilidad que la original, Arténesis y su equipo de profesionales se encarga de trabajar las pinturas digitales para perfeccionar los colores, editarlas y producir giclées de acuerdo con la medida y los colores especificados por el cliente. “Nuestro equipo de impresión digital de formato ancho produce la mejor calidad y consistencia en todas sus reproducciones y es capaz de imprimir giclées de hasta más de metro y medio de ancho y varios metros de largo.”, añadió Reyna.
De lo clásico a lo contemporáneo
Con estilos que van desde lo tradicional hasta lo más vanguardista, Arténesis a través de la técnica del giclée ha logrado reproducir diferentes imágenes para varios proyectos y cadenas hoteleras. “Realmente, como nuestra clientela incluye una amplia gama de hoteleros y restauranteros, cada uno con sus propias necesidades, es difícil identificar precisamente cual sería el estilo más solicitado. En muchos casos los decoradores buscan un tema en particular donde se requiere crear la obra con temas figurativos y otros se inclinan hacia las obras abstractas que reflejen las tendencias decorativas de moda”, explicó Castaño.
Así mismo, la experiencia y las recientes obras realizadas por Arténesis demuestran una marcada tendencia por los estilos orientales y la influencia Zen. Los estilos ecológicos, más el uso de materiales y colores naturales, también parecen marcar la diferencia hoy. Eso sí, sin dejar de pasar por lo clásico, lo ecléctico, lo rústico o lo folclórico, hasta llegar a una mezcla de minimalismo con toques tropicales.
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Otras formas de reproducción
Si bien los diferentes avances tecnológicos y las necesidades de la industria del arte y la decoración cuentan con el giclée como una novedosa forma de trabajo, otras técnicas más tradicionales aún se mantienen vigentes. Por eso, además del giclée, Arténesis ofrece otro tipo de reproducciones de obras. Son ellas la repetición de piezas originales y la transferencia de litografías. La primera, aunque es un trabajo que requiere de bastante tiempo y pericia, no es más que la elaboración de la obra a mano, pero siempre utilizando la misma imagen. Por su parte, la transferencia de litografías es también una técnica elaborada, donde se transfiere la imagen del papel a la tela del artista. Este último es un proceso a base de químicos, al que posteriormente se le da un acabado especial de texturizado creando la apariencia de una obra original.
De acuerdo con los que saben del tema, la litografía es el término usado para una imagen reproducida en offset. A través de esta técnica se transfiere la tinta de una imagen de una placa a una sábana y después a la superficie a imprimir es decir, el papel o la tela. Este método combina un proceso litográfico basado en la repulsión del agua y el aceite, logrando de ese modo una impresión de alta calidad y de bajos costos para las reproducciones en volumen.
“El proceso comienza con la elaboración de la obra en nuestro propio taller artístico. Ofrecemos a nuestros clientes la opción de crear una imagen con el tema, colores y tamaño que ellos requieran para su proyecto. Ya creada la obra, el cliente tiene la opción de adquirir el original o solicitar reproducciones de la misma, a través de la repetición de piezas originales, el giclée o la transferencias de litografías.”, agregó Castaño.
Atención al decorado
Una hermosa obra de arte ubicada en un espacio vacío, con un decorado que desentone o simplemente una combinación de tendencias que saturen el lugar, podría convertirse en una “ofensa visual” no sólo para quienes aprecian con ojo crítico el arte, sino para el público en general. Es así como coordinar las obras de arte con elementos decorativos se convierte en todo un reto y es una tarea que debe delegarse sólo a expertos en el tema. Atendiendo a esta necesidad y con más de 18 años de experiencia y cerca de 1.500 obras originales creadas en su taller, Arténesis ofrece su experiencia a través de la consultoría y el trabajo en equipo con sus clientes.
Allí se mezcla entonces el arte con elementos decorativos entre ellos el mobiliario, accesorios, tonalidades en la decoración, así como la localización geográfica y el estilo arquitectónico. “En la mayoría de los casos, nuestros clientes nos proporcionan las especificaciones de su proyecto y nosotros nos encargamos de presentarles las opciones que creemos más adecuadas. En otros casos, nuestro cliente ya tiene una idea en mente, nosotros interpretamos su estilo y realizamos obras artísticas que pensamos se ajustan a su proyecto. Nuestro trabajo es siempre estar familiarizados con las tendencias en arquitectura, arte y decoración para así poder interpretar fácilmente lo que nuestros compradores solicitan.”, mencionó Reyna.
En ese sentido y con el uso de la técnica del giclée es muy común que a la hora de entregar una obra de arte, el cliente solicite la omisión del marco con el que tradicionalmente se rodean los cuadros. En ese caso, la obra se monta en un bastidor de canto grueso logrando de esa manera, un resultado estético y contemporáneo a la vez. “En caso de agregar un marco, la tendencia es muy simple. Generalmente nos han pedido un estilo lineal que no lleve detalle alguno, de color chocolate, pewter (metálico) o negro. Nosotros sugerimos también un estilo así pues siempre se verá elegante, es de costo accesible y lo mejor es que este estilo es lo que está de moda.”, aseveró Reyna.
Con la variedad de gustos y tendencias, la retroalimentación debe ser la constante en cuanto al arte y la decoración se refiere. Para cada proyecto hay nuevos retos en la creación de obras artísticas, aspecto que debe ser siempre utilizado como impulso para la creación y el desarrollo de nuevas y llamativas propuestas.
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