por Lyda Durango
Las falsas alarmas parecen cosa del pasado. Gracias a los constantes avances en la industria de detección de incendios, el sector hotelero cuenta con más posibilidades para garantizar la seguridad del huésped.
Hasta hace algunos años, los detectores convencionales sólo permitían detectar la zona donde se generaba la alarma, pero los últimos desarrollos en este campo dan cuenta de una mayor posibilidad para que cada detector y cada módulo puedan tener su propia lectura de la situación.
Los detectores análogos direccionables, llamados así porque cada detector tiene una dirección única, cuentan con un procesador interno donde se programan algoritmos que permiten mejorar la velocidad de respuesta y reducir las falsas alarmas. Además, cada detector puede ser programado para tener individualmente un diferente nivel de sensibilidad.
La capacidad de programación individual es lo que los ha llevado a que éste tipo de tecnología sea conocida como detección inteligente de incendios. Pero como el reto de la detección temprana y el evitar las falsas alarmas siempre es constante, parece no ser suficiente con tener detección inteligente. Por ello, se ha reforzado el sensado inteligente para hacer frente a las limitaciones de los detectores.
Sensibilidad complementaria
Gracias a su capacidad para controlar diferentes zonas con más precisión, los detectores análogos direccionables son más recomendables para áreas grandes, mientras que los convencionales son más indicados para pequeñas áreas.
“En la industria hotelera, las personas fallecen en un incendio porque están dormidas o no escuchan las alarmas o no huelen el humo del lugar”, comenta Carlos Zorrilla, gerente regional de ventas de Notifier, la marca de sistemas de protección de incendios de Honeywell, para México. “Con el sensado inteligente podemos compartir la información de los sensores para verificar la veracidad de una alarma o si en realidad se trata de una falsa alarma”, agrega.
Para grandes áreas no es suficiente con que cada sensor tenga su propia información sino que todos puedan comunicarse entre sí. El sensado inteligente permite “compartir la información de los sensores y verificar la veracidad de una alarma o si en realidad se trata de una falsa alarma”, explica Carlos Zorrilla. Esto se logra por medio de un algoritmo que se carga en los páneles, por medio del cual se puede compartir la información de la sensibilidad de varios sensores “y por medio de este algoritmo verificar la sensibilidad compartida”, agrega el señor Zorrilla.
El sensado cooperativo empieza en el momento en que un detector llega a su nivel de pre-alarma y éste pregunta a los sensores circundantes en qué condiciones se encuentran. Si éstos tienen una tendencia positiva para llegar al nivel de alarma, entonces ahí es cuando se dispara la alarma. El principal beneficio de este tipo de sensado es la disminución de falsas alarmas.
“Las falsas alarmas se reducen debido a que utilizamos toda la información de los sensores circundantes para poder tomar la decisión en cuanto al nivel de alarma. Un ejemplo de esto son las áreas de fumadores, en este caso podemos solicitar información a sensores que se encuentran fuera del área de fumar y compartirla, si no existe humo fuera de esta área entonces el sistema no se alarmará”, explica el señor Zorrilla.
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Más beneficios, más seguridad
Al compartir la información se puede aumentar la sensibilidad de los sensores en este tipo de áreas sin temor a generar más falsas alarmas y poder tener una detección más precisa y anticipada (ver cuadro censado cooperativo). Cuando no hay sensado inteligente los detectores por sí solos pueden dar alarmas falsas por el solo hecho de detectar, por ejemplo, el humo de cigarrillo.
El caso de las cocinas es ilustrativo. Si un sensor en la cocina genera una pre-alarma por humo, éste se comunicará con los otros sensores de áreas donde no se genera humo como por ejemplo del área de lavaplatos. Los sensores cuentan con nueve diferentes niveles de sensibilidad y se pueden combinar de cualquier manera. Esos niveles se programan en el panel de acuerdo al tipo de sensibilidad que se le quiera dar a cada área.
Frente a los detectores, este tipo de sensado cuenta con otras ventajas adicionales a las ya mencionadas. Una de ellas tiene que ver con la capacidad de generar un reporte centralizado de las alarmas, situación que los detectores locales de pila no pueden asumir. Además, los detectores no tienen la capacidad de comunicarse entre sí, solo comparten la información con el panel central, los detectores toman su propia decisión en cuanto al nivel de alarma, la transmiten al panel y el panel solamente se utiliza para activar las alarmas requeridas en su programación.
Límites del mercado
A pesar de las bondades de los cada vez más efectivos sistemas de detección de incendios, la poca normatividad vigente en la región sigue siendo uno de los principales obstáculos para su desarrollo. “En las habitaciones de los hoteles lo que encontramos son los clásicos detectores de pila que no reportan a nadie”, dice el señor Zorrilla. Una forma de detección que tal vez mucho hoteles utilizan pero cuya efectividad parece estar quedando en entre dicho en la medida es que se perfecciona la tecnología de detección y se hace posible garantizar una verdadera respuesta, a tiempo.
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