por Lyda Durango
El pasado 11 de agosto entró en funcionamiento el primer sistema de colectores solares de la industria de la hospitalidad nicaragüense. Un hecho que por sí solo no significa mucho pero que toma relevancia cuando empieza a convertirse en un ejemplo de la gestión del recurso energético y a su vez perfila la nueva tarea de los gerentes hoteleros.
Así lo entiende desde hace algunos años Neville Cross, gerente administrativo del Hotel Mansión Teodolinda, en Managua, Nicaragua. Haber sido radioaficionado durante mucho tiempo le ha permitido no solo entender a cabalidad las cuestiones técnicas sino valorar el manejo de las fuentes energéticas. El resultado es un interesante acercamiento a las fuentes de energía renovable.
Una gran idea en un mercado pequeño
El Hotel Mansión Teodolinda es un hotel fruto de un negocio familiar. Fueron los padres de Neville y María Elsa Cross quienes fundaron el hotel que poco a poco se ha ido convirtiendo en símbolo de lo que un hotel puede hacer con las energías renovables en un mercado tan limitado como el nicaragüense. La proyección de la gerencia administrativa ha sido la pieza clave de la transformación.
“En muchas ocasiones se crea una barrera entre el personal técnico y el administrativo y en este caso creo que mis aficiones en el área técnica me han permitido tender ese puente entre los dos puntos”, comenta con satisfacción el señor Cross. Un apoyo importante lo han aportado las instituciones dedicadas a ayudar a las empresas a buscar soluciones a sus problemas energéticos.
Una de esas entidades es el Centro de Producción Más Limpia de Nicaragua y desde el 2004 Mansión Teodolinda está participando con esta institución entendiendo cuáles son las opciones de eficiencia energética para el hotel. Parte de esta búsqueda ha estado motivada por un hecho que para el señor Cross ha funcionado como un gran motor: “Tenemos la energía más cara de Centroamérica”, afirma Neville.
Contacto con el mundo real
Pero el costo de la instalación de energía solar tampoco es algo que se pueda despreciar. Conciente de esto, Neville iniciaría un viaje por una lista de oportunidades y amenazas. “Después de una evolución exhaustiva de oportunidades de ahorro energético se concretaron varias opciones sobre las cuales trabajar”, recuerda Neville. Una de esas opciones era la instalación de colectores solares para calentar agua y sustituir tanques calentadores de agua basados en resistencias eléctricas.
Pero los planes se vieron limitados por las condiciones del mercado. “En Nicaragua la tecnología no está muy difundida y las empresas dedicadas a energías renovables están trabajando principalmente en proyectos rurales y proyectos de pequeña escala”, explica. “Esto dificultó obtener propuestas de ejecución para esta recomendación”. Ante el alto costo ofrecido por proveedores nacionales y extranjeros el proyecto se fue postergando.
Entre tanto Neville se dio a la tarea que pocos gerentes asumen: salir de sus oficinas y establecer contacto con la comunidad. “Estuve en áreas rurales viendo distintos esquemas de energía renovable, hornos solares, secadores de frutas y paneles de electricidad”, recuerda. “Esta fue una experiencia de primera mano para seguir involucrándome en el tema como un refuerzo a la parte formal que ya habíamos empezado a desarrollar”, agrega.
La constancia vence
Sería el Centro de Cooperación Austríaca la entidad que permitiría el cofinanciamiento del proyecto y sería la empresa nicaragüense Tecnosol el provedor elegido para la instalación. El sistema de calentamiento de agua por energía solar se empezó a instalar en febrero del 2007. “Parte de la ejecución del mismo radica en mi entusiasmo por energías alternativas y eficiencia energética”, explica.
La instalación de dos sistemas de colectores solares en instituciones sin ánimo de lucro por parte del Centro de Producción Más Limpia permitieron a Neville obtener estadísticas sobre consumo y demanda, gracias a lo cual se tomaron decisiones más acertadas para la instalación del sistema en el hotel. Con la información a la mano, la gerencia administrativa involucró activamente al personal del hotel. “No sólo estábamos recibiendo la información, sino que estábamos trabajando un función de ella”, recuerda el señor Cross.
Con una excelente fórmula que combina conocimiento técnico con administración, Neville Cross ha ido creando elementos complementarios al sistema de monitoreo que tiene el equipo de control de los colectores solares. “Por ejemplo, tenemos recipientes colectores de reflujo del sistema, si tenemos pérdidas por exceso de presión en el sistema, esta agua no se va al drenaje simplemente, queda una parte en un recipiente con sifones, así que si el reflujo es mucho los sifones evacuan el agua al drenaje pero siempre nos queda una evidencia del problema”, explica.
El tiempo es oro
Alrededor de 20 meses tardará la recuperación de la inversión del sistema de colectores solares, en funcionamiento desde el 11 de agosto del 2007. Sin embargo, Neville es conciente de que un hotel amigable con el medio ambiente impacta su forma de mercadear el hotel. Por eso, quiere mantener esa posición activa y agresiva frente al tema medioambiental que lo ha caracterizado y de paso dar una lección de nueva gestión administrativa en un momento en que los gerentes buscan rendir cuentas a sus inversionistas y propietarios. Por eso, su próxima meta será la aplicación de la energía solar en el sistema de refrigeración del hotel. Esa “fábrica de hielo”, como él mismo llama al hotel, necesita otra solución urgente y de la mano de su curiosidad y acierto administrativo está cerca de lograrlo.
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