Transmitir una idea, una imagen corporativa o simplemente resaltar la arquitectura de un hotel, son algunos de los motivos por los que se ilumina una fachada.
por: Carlos Ruink
Interior y exterior, dos conceptos que todos entendemos y diferenciamos son hoy el punto de partida para este artículo.
Cuando se habla del interior de un lugar se piensa en colores, texturas, telas, adornos y un sinnúmero de elementos que al combinarse dan vida al espacio; un espacio que en el caso de los hoteles recibe a cientos de personas diariamente y los acoge como si estuvieran en casa.
La decoración del lobby, habitaciones, bares, restaurantes, zona húmeda, gimnasio, spa y demás áreas que pueden encontrarse en un establecimiento hotelero hacen parte de una estructura corporativa, una imagen que se debe conservar pero que se adapta al clima, ciudad, cultura y al tipo de público que recibe.
No obstante, antes de ingresar en ese interior decorado estratégicamente para su comodidad, los huéspedes y visitantes se encuentran con el exterior de la construcción, aquella parte que da la primera impresión de un lugar, que, como muchos dicen, es el abrebocas de lo que se encontrará adentro.
La fachada es esa cara externa de cualquier construcción, edificio, casa, bodega, empresa u hotel, cada una de estas edificaciones requiere de una superficie bien estructurada y diseñada que abra las puertas al interior.
Hoy en día las fachadas no son simples estructuras aisladas de la construcción, se ha convertido en elementos esenciales de las edificaciones, su diseño, arquitectura y decoración, además de ser una parte esencial para la relación del establecimiento con el medio ambiente.
Para hablar de la importancia de este tema, GERENCIA DE HOTELES invitó a Bill Marshall, de Estudio Marshall y Ángela Higuita, administradora de mantenimiento de Sodexo.
Fachadas principales
Primero debemos entender que cuando se habla de fachadas hacemos alusión a la parte delantera o principal de un hotel, la parte del edificio que primero se conecta con la ciudad. No obstante se encuentra la fachada lateral y trasera, pero la principal es la que tiene la misión de dar la bienvenida a los visitantes, es por esto que tanto su estructura como su decoración y por supuesto, iluminación, deben ser perfectas.
Las antiguas construcciones se caracterizaban por contar con fachadas tradicionales de ladrillo visto, recubrimiento enfoscado, aplacado (revestimiento exterior de ladrillo), piedra, madera, entre otras, las cuales requerían de un minucioso cuidado y mantenimiento, además de exigir estar bien iluminadas para poder llamar la atención en la noche, de la misma manera que lo hacían en el día.
La iluminación exterior de un hotel, por ejemplo, responde a miles de razones como estética, seguridad, simbolismo, imagen corporativa, entre otras. Por esta razón el tipo luminarias que serán utilizadas deben ser elegidas y analizadas por el diseñador, decorador y/o arquitecto, quien decidirá dónde instalarlas y cuál será el grado de luminosidad que tendrá cada una de ellas.
La luz principalmente debe resaltar algunos aspectos de la construcción, cualidades esenciales de la arquitectura que se ven a la luz del día y que brindan sensaciones especiales al espectador, pero antes de realizar esto es necesario que el diseñador tenga en cuenta algunos aspectos como el contraste entre la edificación y el entorno, los materiales de construcción y la dirección del principal sitio para observarlo, como menciona Ángela Higuita.
Cemento, ladrillo, recubrimientos para cemento y ladrillo, vidrio, aluminio, entre otros muchos materiales pueden componer los diferentes tipos de fachadas que se trabajan hoy en día y que demandan una iluminación diferente según el tipo de material utilizado.
Cuando el edificio es claro se necesitará mucha menos cantidad de luz que si es oscuro o si el material es más o menos reflectante. El alumino semi-mate o brillante puede producir reflejos dependiendo del ángulo de la iluminación, un aspecto más que deben tener en cuenta los arquitectos y diseñadores, fuera del color de los materiales y las irregularidades de la superficie iluminada.
Bill Marshall, presidente de Estudio Marshall & Asociados, explica que cuando se diseña la iluminación de una fachada lo primero que se debe tener en cuenta es el mensaje que se quiere transmitir. “No se trata de iluminar por iluminar, lo importante es presentar una propuesta, destacar una imagen, una idea corporativa, un estilo arquitectónico y llamar la atención en todos o en algunos puntos de la fachada”.
Las luminarias
Podría decirse que son muchos los tipos de luces que se pueden utilizar para iluminar el exterior de un hotel. Si el próposito es iluminar una fachada y resaltar su geometría, textura, estilo o diseño, el mercado ofrece muchas posibilidades tecnológicas que permiten llevar a cabo este propósito, según comenta Marshall.
Las fuentes de luz pueden provenir de lámparas incandescentes, dimerizadas, lámparas a descarga, incandescentes halógenas tubulares de doble contacto, proyectores de diferentes tamaños, y luces LED.
“Hoy en día se pueden utilizar diferentes tipos de luces; las hay dinámicas, y también estáticas, además en algunas fachadas pueden proyectarse imágenes como si fueran pantallas de proyección” expone Bill Marshall, al mismo tiempo que asevera que la novedad ahora se establece en el uso de luminarias energéticamente eficientes y de las alternativas multimediales como la proyección.
Asimismo se expresa Ángela, quien dice que dependiendo del tamaño del edificio y de su estructura debe seleccionarse las luminarias. Las lámparas a descarga son las más populares por su capacidad de producir luz extremadamente brillante, mientras que las lámparas incandescentes son menos utilizadas en este tipo de iluminación por su corta vida útil y su bajo rendimiento.
Cabe resaltar que las texturas de las fachadas influyen en la iluminación y algunos materiales hacen mucho más difícil o más sencillo el proceso. Bill Marshall explica que en el caso de una fachada con vidrios, éstos proporcionan un efecto insospechado algunas veces, que si bien puede favorecer al proyecto y el resultado que se espera, otras veces no sucede de esta forma, pero también asegura que generalmente transiluminando fachadas de vidrio se consigue un efecto en el que la fachada misma sea una luminaria.
Iluminación legislada
Por normatividad algunas áreas de los hoteles deben contar con una iluminación más fuerte que otra, y si bien, estas zonas no son el tema principal de este artículo, vale destacarlas.
De acuerdo con lo comentado por Marshall, los accesos, las áreas de trabajo, los corredores y las escaleras de servicio son los lugares de los hoteles que deben contar siempre con una iluminación determinada por normativa, pero esta iluminación también puede ser armónica y estar en concordancia con la imagen que quiere transmitir el hotel desde su fachada, por lo que se pueden utilizar algunas luces especiales o hacer uso de la luz natural para contribuir al medio ambiente y dar una sensación de claridad durante casi todo el día.
Actualmente luces blancas, de colores, cálidas y frías, fuertes y débiles son utilizadas por arquitectos, diseñadores y personas especializadas para dar vida a las “caras” de los hoteles, pero también se está popularizando el uso de las grandes proyecciones sobre las fachadas que recrean el ambiente interior o exterior del establecimiento, además de generar un mundo irreal sobre ladrillos, cemento, vidrios y demás.
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